jueves, 20 de noviembre de 2008

GLOSA A LUCIANO NICANOR PASCOE RIPPEY


De "la Especulación Semi Silenciosa Gracias a la Casi Neurótica Prudencia de los Medios"

Luciano el Siniestro Pascoe (http://lucianopascoe.spaces.live.com/) decidió también él -al fin un subsidiado político a la mexicana, a pesar de su apellido- tratarnos como a pequeños de edad y de raciocinio.
No sé porqué, pero su deshilachado argumentar me recuerda a los ilustres próceres de la Tremenda Corte de Justicia de la Nación Mexica. ¿Será porque por "demostrar", "concluir", "evidencia", "indicio" y "lógica", parecen entender el político de izquierda y los seudo magistrados unos meros sinónimos de la Versión Oficial Surtida Por Lo Alto?
Ahora resulta que con lo anticipado por Garza y ratificado el pasado viernes por Téllez, en palabras de Pascoe jr., "el gobierno federal pone un matiz definitivo a la especulación –semi silenciosa gracias a la casi neurótica prudencia de los medios- sobre la muerte de Juan Camilo Mouriño. De golpe... lo más posible es que los pilotos han cometido graves errores y que sus malas acciones frente a una estela de turbulencia de otra nave hayan provocado la caída del avión".
¡Zaz! ¡Un buen "golpe" debió experimentar Pascoe para arribar a tan facilona conclusión!
El caso es que, para no variar, también este gloguero se puso sin más del lado de la Hipótesis Téllez.
Empero justo hoy, Ángel Iturbe, del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta) aclaró que una caja negra del avión desgraciado, "la que recopila la información sobre los parámetros de vuelo y que podía decir a ciencia cierta que fue lo que originó la caída de la aeronave, estaba sin funcionar desde 2006". Agrega Paul Lara, el reportero de Excélsior que informa esta declaración, que el Centro de Servicios de Aviación Ejecutiva, S.A. de C.V., empresa que en diciembre pasado contrató por 11 millones de pesos el mantenimiento de la aeronave, no aparece registrada ni en Gobierno www.compranet.gob.mx, ni en el Sistema Electrónico de Contrataciones Gubernamentales.
Y es que también la palabra "crítica" es polisignificante. No es lo mismo lo que por dicho término entendió "la izquierda" durante el último siglo: a saber, denostar al capitalismo y tratar de justificar los totalitarismos comunistas, que lo que significa para la ciencia y la filosofía auténticas. Para nada.
Pero no olvidemos los hechos.
Hecho uno: sobre la cabeza del pasajero Vasconcelos pesaba un narcoreward que la cotizaba a buen precio. Claro que las casualidades existen, ya lo sabemos, pero ante este sólo hecho la hipótesis del atentado se vuelve verosímil. Lo era particularmente en las horas inmediatamente posteriores a la tragedia -que fue cuando surgió la hipótesis de los que no vivimos del erario público. Este sólo hecho, el publicitado reward, hacía obligada una investigación profunda. La obliga -quiero insistir.
No es pura tendencia rumorológica de los lectores, como nos imputan Téllez y esquiva e injustamente Pascoe, claro que no: es cuestión de lógica. (¡Muy elemental, caro Luciano!)
Hecho dos: la hipótesis díscola o popular se fortalece si consideramos el contexto de la tragedia, tanto la encarnizada batalla entre algunos narcos y/o los gobernantes mexicanos, como la situación aún políticamente precaria del primer presidente que se atreve a enfrentar a las mafias.
Hecho tres: ¿acaso a nadie le llama la atención que el hiperactivo Téllez se propuso, contra dichas evidencias y precondiciones, a sólo minutos u horas de la tragedia, postular su aventurada tesis del accidente? Hasta donde sabemos, el ex director de De la Madrid, ex subsecretario de Salinas y ex coordinador de campaña de Zedillo, es sólo un doctor en economía y no un experto en desastres aéreos. ¿De dónde, entonces, tanto apresuramiento de la prensa y la clase política para dar por buena la tempranísima especulación de un simple aficionado como Téllez?
Hecho cuatro: en la hipótesis verosímil de un atentado cabe esperar que lo fuera medianamente sofisticado. En tal posibilidad, la dependencia manejada por Téllez, precisamente la que dispone de los medios técnicos para afectar el vuelo de una aeronave tan sofisticada como el jet de la muerte, debiera ser investigada. ¡Mas resulta que precisamente Téllez mantiene el control de la comunicación oficial sobre la indagación, y hasta los contactos con los investigadores britanos y gringos!
La tragedia pudo originarse en un accidente o un "accidente", eso que ni qué.
Es todo lo que hasta hoy sabemos con alguna certeza.
Lo demás es especular sin ton ni son, como hizo Téllez desde las primeras horas, cuando carecía de evidencia confiable.
La facultad de especular es una de las manifestaciones de la inteligencia (Comte creía que la mayor), y si algún límite se le debe imponer a alguien, debe ser a los funcionarios que nos representan, no a los ciudadanos ni a los lectores de diarios.
¿O querrá Pascoe jr. que nos volvamos más tontos de lo que ya somos de tanto no pensar?

PD Lo otro que nos pide Luciano Nicanor Pascoe Rippey: olvidar ("no importa", clama), huele a cura en salud. ¿Será que nos quiere bien domesticados para cuando a él le toque la curul que anda buscando?

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